Como ya los han recibido, os los puedo enseñar. Unos detallitos para mis dos niñas incansables: Mariasun (Kaskotegi) e Itziar (Oiasso).
Mirad cómo serán que quedamos en que yo me desplazaba y al final, tras ofrecerme venirme a buscar, se desplazaron ellas hasta el centro de Donostia.
Nos encontramos en un bar precioso. Rápidamente nos reconocimos. Dos riojas y un txacolí nos acompañaron la charleta. Menudas tres nos juntamos (ya sé que falta la fotito, pero no me la han pasado todavía): Tres piquitos de oro!!!! No paramos de hablar y de compartir cositas.
Se nos añadieron mi maridín y sus dos compañeras de trabajo (la excusa del viaje: un congreso de mi maridín). Fueron los encargados de hacer las fotos, porque casualmente se me había acabado la batería de mi cámara (Cachis!), y de traer el regalito para mis dos niñas (que me lo había dejado en la casa rural donde nos alojamos siempre).
Una gozada de encuentro. Espero que vengan pronto a Palamós, para seguir conversando ante una buena copa de vino o lo que se tercie.
¡Mis niñas, os espero por mi casita pronto, pronto, pronto!
Pilar que detalles tan bonitos, ¡las matriuskas son mi perdición! no me extraña que nuestras niñas vascas estuvieran tan contentas.
ResponderEliminarUn besote,
Rocío