Este es mi regalito para Fuensanta, mi amiga y la propietaria de una mercería entrañable "Coloraines". Ella es también mi compañera de bolillos. ¿Qué no sabe hacer Fuensanta? Tiene unas manos mágicas.
Cuando vi los esquemas en Les chroniques de Frimousse pensé inmediatamente en ella. Sería mi pequeña contribución. Una manera de agradecerle su cariño y su buen hacer.
¡Ah! Por cierto, tiene una familia encantadora. Tengo que destacar a su madre: su cariño, su trato afable hace que te sientas como integrante de su familia. ¡Cómo no va a ser Fuensanta un ángel caído del cielo si su madre lo es! Ya lo dicen: "De tal palo, tal astilla" y nunca mejor aplicado que en este caso.
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