Durante una semanita han estado en casa "mis dos niñas alemanas". Os cuento:
Palamós está hermanado con el pueblo alemán de Rheda-Wiedenbrück. Así empezó todo. Mis hijos jugaban a baloncesto en el cole y en Rheda había varios grupos que también jugaban, así que hace ya muchos años, se organizó un intercambio cultural entre ambos municipios donde familias de acogida alojaban durante una semanita a dos chicos extranjeros.
Cuando empecé con los intercambios (que no son tales porque mis hijos sólo fueron 2 veces a Alemania en más de 12 años de "intercambio") me tocaron chicos, pero ya hace 8 años que vino por primera vez a casa Svenja (o Sunni, "mi niña alemana"), primero con Withney (o Nana, mi otra "niña alemana") y después cada año con una compañera diferente. Y así, este año vinieron a casa de su "mami española" mis dos "niñas alemanas": Svenja y Zina. Dos encantadoras chicas!!!
Aquí os muestro la paellita comunitaria que nos hicimos el primer domingo de su estancia en
Palamós. Como llovía, la "
Colla Gegantera" (Agrupación de los Gigantes de Palamós) nos prestó su nave.
¡Qué buena estaba la paella!

Entremedias, mi hijo pequeño cumplió su mayoría de edad. Y nos fuimos (los cuatro y mis dos niñas) de restaurante a celebrarlo. La fiesta continuó después, pero de esa ya no comparto fotitos. Jajaja!!!!
¡¡Felicidades Jaume!!

También las llevé a hacer un poco de turismo por las calas más preciosas que tenemos, tras haber tenido una experiencia muy gratificante: vinieron al Instituto donde trabajo e intercambiaron vivencias con los alumnos de lengua alemana de Turismo. La profesora encantada, los alumnos aún más (si quedaron para encontrarse fuera de clase y todo!!!!).

Total: unos días de no parar. Ya han regresado a su casa en
Rheda-Wiedenbrück, pero... nunca se sabe cuándo volverán. Porque se hacen querer y mi casa ya es su casa.