Un corazoncito muy útil

"Un corazoncito muy útil", es lo que pensé nada más verlo. Así que, adapté la propuesta (la original estaba hecha en cuero) y me hice uno de prueba en tela.

¿Por qué de prueba? Porque nunca había puesto un snap o cierre automático de plástico. Cuando mi hermana me regaló para mi cumpleaños (en octubre) la maquina en cuestión me dije "Tienes que probarla", porque ella me aseguró que era muy fácil usar la máquina y colocar los snaps. "Fácil no, lo siguiente", me aseguró. Pero... yo quería que ella me lo hiciera para aprender. Total: gracias a la pandemia, llevamos muuuucho sin podernos ver en vivo y en directo y la maquina quedó guardadita y sin estrenar.

"Venga, Pilarín, que tú puedes". Dicho y hecho. 

Calqué el molde del corazón (aquí)  directamente de la pantalla del ordenador. Cosí dos telitas (restos de trabajos) con guata (en este caso un trocito de fieltro) en su interior con la forma de corazón (¡juntos parecen una nube!), las giré y pasé un pespunte alrededor lo más al filo posible.

Y, ahora viene el momento crucial. Colocar los snaps: hice un agujerito con el punzón que viene en el kit de la máquina y siguiendo las instrucciones del kit y las explicaciones de mi hermana, coloqué los snaps. Lo confirmo: ¡¡¡¡Superfácil colocarlos!!!!

"Estoy feliz como una perdiz", ¡jajajaja! Ya tengo mi corazoncito hecho:

 Cerrado

 Abierto

Usándolo

Ya lo veis, un corazoncito guardacables.  Es el primero pero no el último que haré, ya me lo veo venir. Aprovecharé restos de telas y colocaré snaps, "como si no hubiera un mañana", porque en cuanto lo vea la familia y amigas... la lista de espera será "de armas tomar". 

 Lo confirmo: me ha tocado hacer unos cuantos más. 

Ahora tendré que comprar más snaps si quiero seguir con la producción, porque la demanda aumenta. ¡Jajajaja! Fue llevarlo al instituto y... las compañeras querer uno. En fin, ¡qué le vamos a hacer!

 ¡¡¡PREPARANDO SAN VALENTÍN!!!